Un cálculo renal es un trozo de material solido que aparece en el riñón. Su aparición se debe a alteraciones metabólicas, a una bajada del volumen urinario o al aumento en la excreción urinaria de algunos componentes químicos. Estos factores dificultan que las sales de la orina se disuelvan, y acaben creando piedras en los riñones.
La principal circunstancia que determina la aparición de cálculos renales es no beber suficiente líquido. Cuando se produce menos de un litro de orina diario existe mayor riesgo de cálculos renales. Una orina demasiado acida facilita la aparición de cálculos de ácido úrico, mientras que una orina alcalina facilita la formación de cálculos de fosfato.
Resumiendo, los cálculos renales surgen como consecuencia de la formación y aglomeración de cristales en una orina supersaturada. Esta supersaturación puede deberse a:
- Concentración demasiado elevada de sales en la orina.
- Desequilibrios entre los factores que favorecen y los que inhiben la concentración de sustancias en la orina.